jueves, 7 de enero de 2016

El Viacrucis de Nacho y la terrible cara del fascismo


A través de las redes sociales, el querido artista Nacho Mendoza, dio detalles de la amarga experiencia que vivió para poder ejercer su derecho al voto en los pasados comicios del 6 de diciembre. A través de sus líneas, se leyó a un Nacho conmocionado por la injusta situación que ahora atraviesa una venezolana que solo cumplió con su deber.

A continuación, el relato emitido por Nacho Mendoza:

Después de tanto pregonar la necesidad de un cambio, no podía dejar de ir a Venezuela a ejercer mi voto. Me encontraba en Edmonton, Canadá, la mañana del 5 de diciembre. Tomé un avión hacia Vancouver, luego otro hacia Charlotte, uno más hacia Miami, y el penúltimo de la ruta, de Miami a Maiquetía, que aterrizó a las 2:30 de la madrugada del 6 de diciembre (día de votaciones). Había quedado con mi amiga Katherin Fernández, trabajadora del SAIME, en que esa misma mañana a primera hora, antes de tomar el vuelo final con destino a Maracaibo, iría a la sede del centro a sacar mi cédula, derecho que me pertenece como venezolano. Ella se ofreció a ayudarme. A las 8:30 am del 6D, estaba sentado tomándome la fotografía y plasmando mi firma en la pantalla electrónica. Mientras imprimían y plastificaban el documento, aproveché el momento para salir a compartir con la poca gente que había. Me tomé algunas fotos. De regreso a la oficina, la chica y el chico que me atendieron, me miraban con cara de desconcierto, de miedo, de pena, de vergüenza:

- Nacho, no podemos darte la cédula.

- ¿Y eso por qué? 

- Porque la supervisora, Moreily Andreina Piñeiro, no nos lo permite, ella dice que tú eres un escuálido que no se merece que te demos nada.

- ¡Pero si yo estoy en mi derecho! El documento de identidad no es solo para quienes siguen al gobierno.

- Discúlpanos de verdad, nos da mucha pena contigo, pero estamos de brazos atados.

Mientras tanto, mi amiga Katherine, discutía con la supervisora, quien a su vez le dijo: -esa es una orden de la directora, Anabel Jimenez, no le vamos a entregar nada. Él está abiertamente en contra del proceso revolucionario. 

Con lágrimas en los ojos, Kathy me sugiere que deje el lugar. Al salir, un muchacho que había estado junto a mí esperando su turno para fotografiarse, se me acercó y me entregó mi cédula. 

Me dijo: - Aquí tienes lo que es tuyo por haber nacido aquí, compadre. Procura votar bien, no pierdas la oportunidad de sacar a esa gente del poder hermano. Ya ves como son-. 

Por encima de las órdenes que fueron dadas, mi amiga se arriesgó. Ahora, la tienen a órden de recursos humanos. Jhonny Bolívar, quien lleva la supervisión de su cargo, le suspendió el sueldo desde diciembre. Recibe diariamente humillaciones con el fin de lograr su renuncia, no la terminan de botar por "respeto" a la inamovilidad laboral. 


Para finalizar sus líneas, el popular intérprete expresó lo siguiente:

Ahí está mi cédula. Me hago responsable de cada palabra que he escrito. Pueden ver la fecha de expedición: 06/12/2015. Necesito de ustedes para hacer esto público. Esa es la Venezuela que NO queremos. Luchemos por una mejor Venezuela.